Leopoldo Alas nació tal día como hoy en 1852 en Zamora pero a la temprana edad de 7 años se vio en Oviedo ciudad en la cual moriría y de la que se enamoró dandole así el privilegio de ocupar gran parte del protagonismo (bajo el nombre de Vetusta) en su obra más conocida, La Regenta. Fue en Oviedo donde destacó en sus estudios teniendo unas notas extraordinarias y expresando abiertamente su cercanía al periodismo, la literatura y el teatro el cual intentó reformar con su obra Teresa publicada en 1885.
Estudió filosofía y letras en Madrid donde permaneció desde el año 1871 al 1882 doctorándose además en derecho. En dicha formación le influenciaron el círculo intelectual karausista y también un profesor llamado Francisco Giner de los Ríos quien seguramente te sonará pues fue profesor también de Juaquín Costa, Manuel de Falla, Juan Ramón Gimenez, Antonio Machado, María Moliner, José Ortega y Gasset, Severo Ochoa, Pedro Salinas, María Zambrano o Miguel de Unamuno.
Durante este periodo Leopoldo Alas se mezcló de forma apasionada con la causa liberal y republicana, en definitiva, por la democracia, lo que le llevó posteriormente en 1875 a ser uno de los colaboradores más habituales de este tipo de prensa bajo el seudónimo de "Clarín". ¿Por qué este seudónimo? El periódico en el cual comenzó a trabajar se llamaba "El Solfeo" y su director propuso a los colaboradores más habituales que tomaran el nombre de un instrumento musical, de ahí "Clarín" estrenado por primera vez en una columna que tenía el título de "Azotacalles de Madrid" iniciada mediante los siguientes versos:
Voy a inaugurar en verso
mis revistas de Madrid,
con un moderno romance
que tenga su retintín;
y voy a decir a ustedes
lo que les quiero decir,
mediante Dios y mediante
el gobernador civil.
A lo largo de su tránsito por el mundo periodístico "Clarín" fue un personaje muy conocido por su atrevimiento y su avanzada mentalidad, siendo reconocido y respetado pero a la vez odiado por múltiples enemigos objeto de sus críticas satíricas. Escribió más de 2000 artículos tanto políticos como filosóficos etc, lo que lo convirtió en el crítico literario más avanzado de su época, destacando en una sociedad como la española que era tendente a la mentalidad conservadora de la que el autor quería sacar a la población mediante la cultura siguiendo el movimiento del "realismo humano" y la influencia de personajes como Victor Hugo.
No se limitó a los artículos sino que también siguió estudiando con avidez obteniendo la cátedra de Economía y Estadística en la ciudad de Zaragoza el mismo año en el que contrajo matrimonio, 1883. Al año siguiente se trasladó a Oviedo donde enseñó derecho romano en la universidad a la vez que siguió escribiendo artículos y publicando también en ese mismo año el primer volumen de La Regenta siendo su obra más destacada (y que nos recuerda a la famosa Madame Bovary) aunque también caben ser mencionados los Folletos Literarios publicados entre el 1886 y el 1891.
He mencionado multitud de veces a Oviedo pues fue la ciudad más importante para él y la que lo vio morir en el año 1901 debido a una tuberculosis intestinal. Su muerte fue llorada por sus familiares, amigos y gran parte de la comunidad intelectual pero también fue celebrada por aquellos de los que se ganó el odio como por ejemplo Luis Bonafoux que dijo "En su entierro se escuchó el silencio que se escucha en los entierros de los tiranos".
Así fue la vida de Leopoldo Alas rememorado hoy en los libros de literatura, en tesis doctorales y en monumentos en la ciudad que más adoró a su obra más conocida.
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